En una ensaladera o bol grande, mezcla el agua y la sal. Añade una cuarta parte de la harina y remueve bien.
Diluye la levadura en un poco de agua y añádela a la mezcla previa. Vuelve a remover todo bien y luego añade el resto de la harina, amasando bien poco a poco durante 10 minutos.
Forma una bola grande y ponla en el bol o ensaladera. Cúbrelo con un paño seco y deja que la masa suba durante 2 h, en un lugar a temperatura ambiente.
Una vez hayan pasado las 2h de reposo, divide la masa en cuatro partes (de unos 250 gr aprox. cada una) y déjalas reposar durante un mínimo de 6 horas más. ¡Cuánto más repose mejor!
Después de este tiempo, la masa estará lista para extenderla y añadirle tus ingredientes favoritos. ¡Que no falte una buena mozzarella!